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viernes, 18 de marzo de 2011

¿EL MÉDICO CHINO O EL MÉDICO EN CHINO?

Un divertimento de fin de semana

Cham Bom Biam, así dicen que se llamaba el célebre chinito que llegó a Cuba en el siglo XIX siendo un jovenzuelo. Tras terminar sus estudios de medicina y graduarse con honores, se convirtió en una leyenda gracias a sus curaciones milagrosas. Si alguien decía: “A este no lo cura ni el médico chino”, no había discusión. El tipo estaba desahuciado. Es que aquel galeno de mirada rasgada donde ponía el ojo (o más bien la hendija), ponía la bala. Lo mismo curaba el catarro más simple que la cagantina más furibunda con una de sus tizanas prodigiosas o con una buena clavada de sus agujas transoceánicas.

Para pasar a la historia de ese modo, Cham Bom Biam tiene que haber sido un estudioso consumado o a lo mejor estuvo tocado por una chispa divina… ¡Quién sabe! La realidad es una: aunque todos asistan a la escuela y se gradúen, no todos los médicos son iguales. Cada uno tiene su forma peculiar de abordar nuestros dolores y matungueras y – definitivamente - algunos tienen más tino que otros. Sin embargo, los facultativos tienen ciertas cosas en común que los distinguen del resto de los mortales: generalmente huelen bien; tienen las manos muy limpias y las uñas recortadas y – sobre todo - escriben con una letra garabateada que no hay Cristo que la entienda (por supuesto, las excepciones confirman la regla). A veces creo que para los doctores, escribir enredado y de cabeza es una condición imprescindible, un acto de confirmación, un modo de demostrar, más allá de cualquier duda o suspicacia, que efectivamente son profesionales de la salud.

Pero a veces no solo se trata de la caligrafía. A veces los médicos, en su condición de científicos, ponen de manifiesto esa distracción propia de los genios y al escribir en las historias clínicas dejan constancia de lo traicionera que pueden ser las palabras cuando se las deja sueltas, sin orden ni concierto, revoloteando a sus anchas alrededor de una idea magistral pero mal articulada. Aquí les reproduzco algo que me enviaron. Son fragmentos de historias clínicas, apuntes reales de exitosos doctores que quisieron decir otra cosa pero terminaron diciendo esto. ¿Acaso lo habrán escrito en chino…?

* El paciente no tiene historial de suicidios.

* No ha experimentado rigores ni espasmos pero su marido afirma que ayer estaba muy caliente en la cama.

* El paciente rechazó la autopsia. (YO HARÍA LO MISMO)

* El paciente afirma que siente un fuerte dolor en el pene que se extiende hasta los pies. (¡WOW!!!)

* Resbaló en el hielo y sus piernas fueron en direcciones opuestas a primeros de diciembre. (¡UUUY!)

* Para cuando se le ingresó, su corazón había dejado de latir y se encontraba mucho mejor.

* Al segundo día, la rodilla estaba mucho mejor y al tercero había desaparecido completamente.

* El paciente se ha dejado los glóbulos blancos en otro hospital.

* La paciente experimenta dolor en el pecho si se tumba del lado izquierdo durante un año.

* El paciente está deprimido desde que comenzó a visitarme en 1983.

* El historial médico del paciente ha sido insignificante, con un aumento de peso de seis kilos durante los últimos tres días.

* La paciente no para de llorar. También parece que está deprimida.

* La paciente dejó el hospital sintiéndose mucho mejor, salvo por sus dolencias originales y las nuevas.

* Sujeto varón de sesenta y nueve años, decrépito pero de aspecto sano. Estado mental activo, pero olvidadizo. (SI FUERA “SUJETA HEMBRA” DIRÍA QUE ESTÁN HABLANDO DE MI SUEGRA)

* La paciente expiró en el suelo tranquilamente. (BUCÓLICO Y PASTORIL)

* La piel estaba húmeda y seca.

* El bebé salió, se cortó el cordón umbilical y se le entregó al pediatra, que respiró y lloró de inmediato.

* El examen rectal reveló una tiroides de tamaño normal. (¡WOW!!!)

* La paciente tuvo empanada para desayunar y anorexia para comer.

* Afirmó que había sufrido estreñimiento durante casi toda su vida, hasta 1989, cuando se divorció. (¡HAY CADA MATRIMONIOS!)

* El paciente presenta dolores de cabeza ocasionales, constantes, infrecuentes, intermitentes, unilaterales y masivos. (¿???)

* El paciente gozaba de buena salud, hasta que su avioneta se quedó sin combustible y se estrelló.

* El examen de los genitales resultó negativo, excepto por el pie derecho.

* Al examinarle se comprobó que tiene la vulva descendida, posible causa de los ronquidos de su esposa nocturna.









jueves, 17 de marzo de 2011

TU FANTASMA (Perdónenme los poetas)


En las noches sin magia
en esas noches largas
me acosa tu fantasma

Se sumerge en mis ojos
me susurra en la espalda
con un roce de fuego
va encendiendo mis lámparas

En las noches sin luna
esas noches tan largas
un fantasma y un beso
abrevan en mi alma

Me cabalgan los sueños
me desatan los nudos
dibujan de suspiros
mis rincones oscuros

En las noches que faltas
esas, llenas de escarcha
en el espacio exacto
donde habitan mis ansias
me rindo a tus deseos
me abrazo a tu fantasma
y juntos asistimos
a la fiesta del alba

lunes, 14 de marzo de 2011

LA MOJIGANGA


Tengo un secreto: el corazón me duele siglos… Quizás por eso no logro encender sonrisas. ¡Cuánto lo disfrutaba…! Pero le he perdido el compás al relámpago. Busco en mi cerebro alguna fórmula que me saque de estas aguas estancadas. Solo encuentro la nada, una nada inmensa que he llegado a creer que merezco y que me ha cristalizado las entrañas. Esa es mi mojiganga. La llevo a flor de piel pero es clandestina…todos la esquivan o nadie se percata.

Trato de exorcizar mis culpas. ¿Temor al fracaso? No. No le temo al fracaso. Sólo me espanta no haber hecho el intento. ¿Ataduras? Sí. A muchas cosas inconfesables que terminan por convertirme el huracán en suspiro. Cosas que al final no son para mí pero las asumo con gran egoísmo. ¿Ingravidez? Más bien es una manía de querer ser leve… ¡Total! Cuando de la montaña de ansiedades que reprimo se me escapa alguna, siempre cae estruendosa a la hora de la siesta o en cualquier otro momento igualmente inoportuno. Así supongo, por la palabra tajante que rebota orillándome o por el silencio, siempre elocuente, que me recuerda que no pertenezco… que mi lugar es allá afuera, donde llueven las lluvias ajenas que no son de nadie.

Necesito estar viva. Compartirme, equivocarme, luchar y volverme a entregar. Corazón de guerrera. Pero eso ya no se usa. El poder es más encubridor y menos tenaz. Deslumbra tanto que no deja ver el hipo ni ningún otro feo vicio humano, ni tan siquiera la divina mediocridad. La palabra de orden es preservarlo a costa de cualquier ala. Yo insisto, terquísima. Escribo y escribo; paso horas atrapando palabras, buscando los sonidos de la alegría, de la tristeza, del odio, de la soledad… la música de cada sentimiento, su eco en el universo. Navego por personajes que invento pero, invariablemente, en algún punto ellos se convierten en mí y termino haciéndolos llorar mi mojiganga… No me asusta. De todos modos no hay peligro. El secreto queda a buen recaudo. A ellos tampoco los escucha nadie…